Medicina Estética Corporal (Parte I) "Celulitis, clasificación, fisiopatología, diagnóstico, evaluación y tratamiento"

Medicina Estética Corporal (Parte I) 
"Celulitis, clasificación, fisiopatología, diagnóstico, evaluación y tratamiento"




La celulitis es una condición de la piel que afecta a más del 90 % de las mujeres desde la post- adolescencia y en pocos casos a los hombres. La celulitis no está relacionada con la obesidad, ya que se presenta tanto en las personas obesas, como normales o delgadas.

Se considera una alteración del tejido celular subcutáneo, que se acompaña de cambios en la microcirculación del tejido conjuntivo, dando lugar a modificaciones morfológicas, histoquímicas y bioquímicas del tejido. No existe un origen conocido de la misma, sino varios factores que la predisponen.


Celulitis:


Se caracteriza por la acumulación de grasa en torno a las caderas, el vientre, los muslos y las nalgas.

 Los depósitos de celulitis tienen una apariencia esponjosa y con hoyuelos que se suelen describir como “piel de naranja





Se produce por la acumulación de agua y toxinas en el tejido adiposo (grasa). Debido a que el sistema linfático es el encargado de la depuración de los productos de desecho (toxinas) de los tejidos; cuando este no funciona correctamente, se acumulan las toxinas en esta área. Así, los factores que afectan a la circulación linfática son la falta de ejercicio y la vida sedentaria. 

La piel presenta este aspecto debido a dos fuerzas que se oponen:
  • El tejido conectivo vertical tirando hacia abajo en la piel.
  • Retención de fluido y células adiposas agrandadas empujando la piel hacia arriba.

Cuando esto se produce, el problema fundamental es que el proceso se mantiene automáticamente debido a la obstrucción de la circulación sanguínea con estancamiento de las toxinas, empobrecimiento nutritivo, congestión del gel conjuntivo que pierde elasticidad y aparición de fibrosis.

Otro de los factores importantes, es que los tejidos femeninos son sensibles a las variaciones hormonales (estrógenos), los cuales intervienen en la menstruación, embarazo, menopausia, etc., lo que incide en la aparición de este problema que se agrava con la edad.

Con todo ello, se puede decir, que la celulitis se conoce de manera general como el acúmulo de tejido adiposo en determinadas zonas del cuerpo, formando nódulos adiposos de tejido lípido.


A. Clasificación de la celulitis



Los problemas estéticos de la celulitis se refieren a variaciones en la textura de la piel. 

Una de las clasificaciones de la celulitis que mejor comprenden los pacientes es:

  • Estadío 0: Piel de aspecto normal, sin aparición de piel de naranja al pinzamiento (subclínica).
  • Estadío 1: Aparición de piel de naranja exclusivamente al pinzamiento (Edematosa).
  • Estadío 2: Piel de naranja de aparición espontánea, pero únicamente por acción de la gravedad (posición de pie). (Blanda).
  • Estadío 3: Piel de naranja permanente, en cualquier posición, incluso tumbado (dura o fibrosa).

Clínicamente se suele clasificar en celulitis dura (que aparece en mujeres jóvenes con actividad física activa); flácida (a causa de bruscas pérdidas de peso o en mujeres de más de 40 años sin actividad física); y edematosa, (la cual produce inflamación o edemas en las piernas).

Otra de las clasificaciones que se pueden hacer, es la de su evolución en 4 fases:

Fase 1. Ectasia circulatoria

Venosa, linfática y dilatación de vasos dérmicos. Edema intersticial periadipocitario. Clínicamente presenta pesadez de piernas, la zona celulítica se palpa espesa, menos elástica y más fría, comienza a verse a la presión la “piel de naranja”. Pueden aparecer algunas telangiectasias. Esta etapa es reversible.

Fase 2. Exudativa

La dilatación vascular aumenta, sale suero desde los capilares hacia el tejido subcutáneo. El edema empuja a las fibras conjuntivas y filetes nerviosos. 
Hay hiperplasia e hipertrofia de fibras reticulares pericapilares y periadipocitarias. Clínicamente, a los síntomas de la fase 1, se agrega dolor a la palpación de la zona celulítica. A la presión aparece la piel de naranja. Aparecen estrías y varices, tendencia a la obesidad y lipodistrofia localizada. Esta fase también puede ser reversible. Periodo de actividad genital.

Fase 3. Proliferación fibrosa

Las fibras de dermis e hipodermis sufren una degeneración del colágeno, se forman bloques amorfos que provocan aprisionamiento de los adipocitos llenos de triglicéridos. Se altera el metabolismo celular y se forman micronódulos. 

Clínicamente se muestra piel de naranja espontánea. La piel se encuentra fría, seca y con pocitos. Varices superficiales y profundas. Artropatías dolorosas y lipodistrofia localizada asociada a estrías nacaradas y flacidez. 

Periodo premenopáusico, se hace difícil la reversibilidad, salvo efectuar un tratamiento exhaustivo y sostenido.

Fase 4. Fibrosis cicatrizal
 
La progresiva compresión de vasos y nervios, produce alteración nutricional del tejido conjuntivo, sin alteración real del tejido adiposo que permanece normal en su constitución química. La unión de micronódulos forma el macronódulo. Clínicamente se muestra como piel acolchonada o capitoné, que se ve a simple vista sin necesidad de presión (nódulos duros e indoloros). Periodo post menopáusico. Esta fase no puede ser revertida.

B. Tipos de celulitis



Son numerosas las formas de clasificar la celulitis. En la práctica y de forma no taxativa, se puede diferenciar entre:

- Celulitis incipiente: es la más superficial y fácil de combatir, es la conocida como blando o flácida

- Celulitis avanzada, dentro de la cual destacan los siguientes tipos:
  • Celulitis avanzada edematosa, que suele causar dolor y cierta hinchazón. 
  • Celulitis avanzada fibrosa.
  • Celulitis flácida o asociada a la flacidez.

C. Tratamiento



La celulitis tiene tratamiento eficaz, pero no cura. Por ello, para ayudar a que las técnicas a las que se recurren tengan los mejores resultados, es muy recomendable seguir una serie de pautas de vida saludable, entre las que se encuentran:

  • Tomar poca sal.
  • Evitar los azúcares refinados.
  • Evitar la ingesta predominante de HCO. Reducir la ingesta de grasa.
  • Mantener normo peso.
  • Hacer ejercicio, mejor ejercicio aeróbico (bicicleta, remo, cinta, steps, footing, remo). Beber 2L de agua al día.
  • No fumar.
  • No beber sustancia con efecto vasoconstrictor como el café.
  • Evitar estar muchas horas en posición sentada o de pie, cambiar de postura. Evitar el consumo de alcohol.
  • Atención al impacto sobre la microcirculación y la aparición de la piel de naranja que producen los anovulatorios en pacientes sensibles.

En todos los tipos de celulitis se produce una alteración de la circulación de la capa grasa, por lo que muchos de los tratamientos se dirigen a la estimulación de la circulación (ejercicio físico, mesoterapia, masajes). 
Los cambios en los hábitos alimenticios (pérdida de peso, disminución del consumo de sal, etc.) y de ejercicio físico son indispensables para mantenerla correctamente.

Los tratamientos para hacerle frente a la celulitis son muy variados, y dependen del tipo de celulitis, puede estar más indicado un tratamiento u otro o la combinación de varios tratamientos. Entre los tratamientos más útiles para eliminar o aminorar la celulitis, se encuentran:


Técnica que consiste en la administración de fármacos por vía intradérmica, en muy bajas dosis, con la finalidad de obtener un efecto terapéutico loco-regional y a distancia. Para ello, es necesario depositar el fármaco a una profundidad determinada en la dermis mediante infiltraciones con agujas muy finas. Es de lo más efectivo a la hora de tratar la celulitis.

Se trata de pinchazos de 2-3 milímetros por debajo de la piel en las líneas vasculares, a través de los cuales se infiltran fórmulas homeopáticas personalizadas, para cada paciente y tipo de celulitis que padece. El procedimiento es sencillo, rápido y con escasas contraindicaciones. También existe la mesoterapia por hidroelectroforesis. Mediante un aparato con dos electrodos que hace penetrar sustancias por este medio. Ambas técnicas son usadas como tratamiento de elección en celulitis, flacidez, grasa localizada, edemas vasculares y otras múltiples aplicaciones, por su probada experiencia y seguridad.


Técnica para realizar un drenaje mecánico. Con ella se ayuda a eliminar el exceso de fluidos intersticiales superfluos, se acelera el retorno venoso y linfático y se promueve la relajación total del
 
cuerpo, para una mejora general del bienestar. La duración del tratamiento es de unos 30 minutos y el número de sesiones dependerá de lo que considere el médico.


Se basa en el sistema Bióptico, que combina mioestimulación, ultrasonidos, microcorrientes y ondas biópticas. Esta técnica no sólo actúa a nivel muscular, sino también a nivel linfático, circulatorio y dérmico, aumentando el metabolismo basal del cuerpo. Los tratamientos son personalizados según el perfil del paciente, estableciendo el médico el tratamiento y la duración más adecuada. Existen varios tipos de programas corporales específicos para adelgazar y modelar la figura, programas anticelulíticos, drenaje linfático y antiestrés.


El drenaje linfático es una especialidad de masaje que mediante una combinación de movimientos lentos, suaves y rítmicos actúa directamente sobre el sistema linfático, responsable de eliminar toxinas y esencial en el buen funcionamiento del sistema inmune del organismo.

Sus efectos sobre la piel son apreciables ya que activa la circulación y mejora la microcirculación, por lo que está especialmente indicado en trastornos de las vías circulatorias y la celulitis, al evitar la retención de líquidos. Además, el drenaje linfático es una técnica fundamental en el tratamiento de los linfedemas o edemas de causa linfática, en los que las piernas y/o los brazos sufren una hinchazón que persiste a pesar del reposo debido a un bloqueo en el sistema linfático. Puede aplicarse sobre una sola zona del cuerpo aunque su aplicación a nivel general presenta resultados más satisfactorios. El masaje linfático además de sus propiedades físicas también proporciona beneficios relajantes y eleva el bienestar y equilibrio del organismo.

Drenaje linfático manual

Es una variedad de masaje que actúa directamente sobre el sistema linfático mediante un conjunto de maniobras suaves y drenantes. Sus efectos beneficiosos sobre la piel son muy positivos ya que activa la circulación y ayuda a eliminar las toxinas y la retención de líquidos.
Radiofrecuencia corporal

Se hace uso de ella para el tratamiento de la celulitis, y sobre todo, para el problema de la flacidez
 
rebelde. Consigue activar el tejido a través de un electrodo de mayor tamaño que el facial y mediante la acción del calor. El aumento de calor se debe a la energía que la radiofrecuencia ejerce sobre el colágeno de las capas más profundas de la piel. Con el calor se consigue inmediatamente el tensado del tejido cutáneo y de la piel activando al mismo tiempo las células que lo forman, estimulando la creación y neoformación de colágeno.

Vibroterapia médica: con el uso de plataformas vibratorias de uso médico se proporciona vibración alternativa, a una frecuencia y potencia adecuada, según las características individuales y personales de cada caso. Su efectos inciden a nivel de tonificación y rejuvenecimiento muscular, anticelulítico, drenaje linfático, aumento de la microcirculación periférica, remodelación de la musculatura corporal, reequilibrio postural muscular. Se trata de plataformas vibracionales que estimulan los músculos, produciendo contracciones musculares reflejas que activan el metabolismo, incrementan el riego sanguíneo, y mejoran el retorno venoso y el tono muscular.

Endermología: se basa en el masaje mediante rodillos a la vez que se realiza una aspiración de la superficie cutánea. Se trata de un procedimiento que actúa sobre el retorno venoso mejorando la elasticidad y la suavidad de la piel. Su elección definitiva dependerá de las características de cada paciente y de las indicaciones del especialista.
Entre otras.


Así algunos ejemplos de las combinaciones de estos tratamientos según el tipo de celulitis pueden ser:

-Tratamientos para celulitis incipiente: mesoterapia homeopática combinada con carboxiterapia.

-Tratamientos para celulitis avanzada edematosa: presoterapia y mesoterapia homeopática con venotónicos y drenantes.

-Tratamientos para celulitis avanzada fibrosa: puede resultar eficaces la carboxiterapia volumétrica, microvacumterapia alveolar (Icoone), y sonocavitación médica hipoosmolar. 

-Tratamientos pata celulitis con flacidez media: radiofrecuencia tripolar, carboxiterapia volumétrica, infiltraciones de silicio orgánico, etc.

-Tratamientos para celulitis con flacidez severa: radiofrecuencia, plasma rico en plaquetas, e infiltraciones de ácido poliláctico.


En nuestro siguiente blog hablaremos de: 

 Medicina Estética Corporal (Parte II)  "Estrías: estadios en relación a los tratamientos y la combinación de los mismos"









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