Melasma: ¿Qué tecnología elegir para tratarlo sin riesgos?
Melasma: ¿Qué tecnología elegir para tratarlo sin riesgos?
El melasma es una de las manchas más difíciles de tratar en estética. Aparece sobre todo en el rostro, con un tono marrón difuso, y suele estar relacionado con factores hormonales, exposición solar y predisposición genética.
El gran reto es que el melasma no “se lleva bien” con el calor: cualquier exceso térmico puede activar aún más a los melanocitos y hacer que las manchas reaparezcan con más intensidad. Por eso, la elección de la aparatología es clave.
¿Por qué no siempre se recomienda el IPL en melasma?
El IPL (Luz Pulsada Intensa) es uno de los tratamientos más demandados para manchas solares, rejuvenecimiento y rojeces. Sin embargo, en el caso del melasma puede convertirse en un arma de doble filo:
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El calor que genera puede estimular la melanina en lugar de reducirla.
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Existe riesgo de efecto rebote, haciendo que las manchas vuelvan más oscuras.
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Solo en manos muy expertas, y con parámetros muy suaves, puede considerarse como apoyo.
En resumen: el IPL es fantástico para muchas manchas, pero no es la primera opción para melasma.
El poder del láser Q-switched
El láser Q-switched trabaja de forma diferente: emite pulsos ultracortos de alta energía que fragmentan el pigmento sin calentar de forma prolongada la piel.
Esto lo convierte en una herramienta mucho más segura para melasma:
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Disminuye la posibilidad de activar los melanocitos.
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Permite trabajar en pigmentaciones más profundas.
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Ofrece resultados más estables si se combina con protección solar y cosmética despigmentante.
Radiofrecuencia fraccionada: regeneración desde dentro
La radiofrecuencia fraccionada es otra gran aliada frente al melasma. Su acción se basa en la emisión de energía en forma de microagujas o pines fraccionados que llegan a la dermis, estimulando colágeno y elastina sin dañar en exceso la epidermis.
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No actúa directamente sobre la melanina, por lo que es una técnica más segura para pieles con tendencia a manchas.
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Favorece la renovación celular y la mejora de la textura cutánea.
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Combinada con despigmentantes tópicos, potencia los resultados y reduce el riesgo de rebote.
Nuestra recomendación
Para manchas tipo melasma, las alternativas más seguras y eficaces son:
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Evitar el uso de IPL como primera opción.
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Apostar por el láser Q-switched para trabajar el pigmento de forma selectiva.
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Incorporar la radiofrecuencia fraccionada para mejorar la calidad de la piel y prevenir recurrencias.
👉 La clave está en diseñar un protocolo integral: aparatología adecuada, productos despigmentantes y protección solar diaria. Así, no solo reducimos las manchas, sino que conseguimos una piel más uniforme, luminosa y saludable.
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